Una tristeza enorme recorre nuestras vidas con la partida de Andrea Delgado.
Pronta a cumplir 39 años de trabajo en la Federación Médica, fue una colaborada incansable. Había ingresado en la entonces FEMEBA SALUD y luego continuó su labor en el área Afiliaciones de la Gerencia de Convenios.
Consolidó un hogar junto a su esposo Roberto, ya fallecido. De este matrimonio nacieron sus hijos Mauricio, Leonel y Nahuel, con quienes compartió una inmensurable alegría junto a sus nueve nietos.
Andrea siempre volvía la mirada hacia los otros. No podía ser indiferente ante el sufrimiento ajeno. En la intermitencia de su voz pausada todos le reconocían esa capacidad para aconsejar de manera cálida, tierna y oportuna.
En su trabajo le costaba asumir que había problemas difíciles de solucionar. Para ella nada parecía imposible, atestiguan quien más la conocieron.
De igual modo, cuando advertía cierta tristeza en sus compañeros, de inmediato estaba junto a ellos, para compartir la vida, ayudar a comprender las adversidades y degustar esos exquisitos caramelos de membrillo que traía de San Juan. Querida Andrea, compañera y amiga. Jamás te vamos a olvidar.