MADRID (Diario El País ).- A José Fernández Fernández, de 74 años, sus células le han permitido desprenderse de una cojera y olvidar un dolor en su pierna derecha a causa de una caída. Tras un periplo médico de tres años, en 2007 optó por un trasplante de células madre que le dejó una rodilla apta para desarrollar, sin carencias y sin dolor, todas las actividades de su vida cotidiana.
Durante el 2008 desde la Fundación FEMEBA trabajamos para promover la creación del Instituto Universitario FEMEBA (IUF), con la finalidad de contribuir a la formación y capacitación de profesionales en el área de las Ciencias de la Salud desde una perspectiva humanística, fundada en una visión social integradora. Creímos oportuno consolidar una institución dedicada a la educación con especial énfasis en la capacitación, investigación y extensión, autorizada por el Ministerio de Educación de la Nación y la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), que además interactúe con otras entidades educativas.
Con la participación de los diez gremios que componen FEGEPPBA se renovó el Consejo Directivo y se incorporó en la conducción al Sindicato de Salud Pública, al Sindicato de Obras Sanitarias, a los trabajadores del Hipódromo y al gremio del Control (APOC). Pedirán la reapertura de la Paritaria General, una vez que se cobre la segunda cuota del aumento que el gobierno provincial.
Tras grandes logros en materia de ampliación de la cobertura de la atención sanitaria en los últimos 30 años, la República de Corea se enfrenta ahora a una inflación de los costos debida al envejecimiento de la población, informa Lee Ji-yoon. Lee Yang-soon, de 81 años, se acuerda de cómo eran las cosas antes de la Guerra de Corea (1950–1953). «Muchas mujeres morían en el parto», y añade que incluso después de la guerra los servicios de salud eran limitados. La mayoría de las embarazadas no recibían atención prenatal y daban a luz en sus casas. «Aunque los niños nacieran sanos, algunos morían sin que se supiera exactamente la causa», dice la señora Lee. Otros servicios de atención sanitaria también eran malos por entonces. «Yo padecía una enfermedad de la piel. Los costos médicos eran demasiado altos y el medicamento no funcionaba bien. Solía aplicarme una pomada japonesa que me compraba un amigo que viajaba frecuentemente al Japón».
En los centros urbanos del país, la prevalencia de la enfermedad es un 50% mayor que el promedio global. Una de las peores profecías en salud pública parece estar cumpliéndose con creces en la Argentina. Al igual que en el resto de la región, la diabetes está en aumento, y su prevalencia en los centros urbanos del país ya supera en más de un 50% el promedio mundial: 6,2% en comparación con un 4%, según reveló el estudio Carmela.